INGENIO Y OCURRENCIAS NECESARIAS

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Como os he explicado en más de una ocasión con la apertura de la Discoteca Atlántida, en Pacha nos las teníamos que ingeniar para competir con esa discoteca, ellos tenían unas “armas” que eran incontestables. Así que tirábamos de ingenio y del bueno.

Era verano, los italianos a mitad de los ochenta nos habían invadido, y mientras en Pachá cerrábamos a la hora indicada, en La Atlántida no sé por que razón ellos podían cerrar a la hora que les parecía bien.

Por ese motivo, nuestro ingenio nos llevó a hacer una fiesta en la mismita playa al terminar la sesión de la discoteca. Elegimos la playa de la Marina, La playa de la Marina, es la playa que bajando hacia el puerto de Aiguadolç queda a la izquierda junto al campo de fútbol.

Por aquel tiempo, a mediados de los ochenta esa playa era una playa salvaje, no había los apartamentos que hoy si existen, por no tener no tenía casi arena, mejor dicho, arena poca y piedras muchísimas. Decidimos montar una de nuestras historias, así que le propuse la idea al “genio de la lámpara” y nos pusimos a desarrollarla.

Alquilamos un generador para poder disponer de algo de electricidad, la electricidad la necesitábamos para alimentar cuatro focos de colores, y también para los músicos. Contratamos a tres jamaicanos que tocaban música reggae, eran súper auténticos, un poquito “fumados” pero lo hacían muy bien, uno de ellos tocaba el teclado, otro el bajo, y el tercero la percusión y las voces.

Una vez había anochecido Toni empezó el montaje, por la tarde compramos carne de cordero y butifarras, compramos también carbón y unas parrillas gigantes. Bajamos todo el material a la playa y allí se quedó Toni con el montaje. Le dije a Toni que se bajara del Pacha todas las velas que pudiera, y con las manos, en la zona de la arena debería hacer un cráter, ese cráter era de unos treinta centímetros de diámetro, y unos veinte cm de profundidad, el fin era poner justo en el centro una de esas velas, y le pronostiqué: que la luz de la vela se propagaría dentro del cráter y al estar hundida se resguardaría de la brisa y no se apagarían las velas.

Dejé a Toni montando los focos, el sonido, los instrumentos de los músicos, el fuego para asar la carne y las velas en los cráteres. Yo tranquilo porque sabía que esa tarea estaba en buenas manos, me subí a Pacha para abrir la sesión.

Abrimos la discoteca como siempre a la hora indicada, la sesión era un éxito total, llenos hasta la bandera, un momento dado me fui para la cabina y le dije a Antonio, -conecta el micrófono, el micrófono solía estar escondido, pues solíamos decir que no teníamos, porque odiaba cuando me pedían que felicitara a alguien por el micro, o cuando alguien no encontraba a su amigo o amiga perdido, Antonio conecta el micro, me dice:

- ¿Que vas a decir Willy?
- No lo se, tu conéctalo, 

y le digo a Giorgio, nuestro dj italiano que me diga como se debía decir en italiano. 

Y bajamos la música y les digo

ESTA NOCHE AL FINALIZAR EL BAILE, SIGUE LA FIESTA EN LA PLAYA, OS HEMOS PREPARADO UNA PARRILLADA DE CARNE GRATIS PARA TODOS VOSOTROS, 

en italiano sólo tuve que decir 

UNA GRGLIATTA PER TUTTU QUANTI,

Nuestro equipo de publicidad se ocupaba de orientar a los que no conocían esa playa, y un ratito antes de finalizar la sesión bajé a la playa para supervisar si el montaje había ido bien.

Sólo llegar a la playa me quedé con la boca abierta. Toni había hecho tal como le había indicado, había hecho los cráteres con las velas en el centro, y como él mismo se dio cuenta que era una verdadera maravilla se había distraído haciendo más cráteres, había uno cada dos metros por toda la playa, eso parecía un autentico paisaje lunar. Y, por si fuera poco, con las velas que le sobraban las puso en cada rinconcito de la pared de la montaña de la parte trasera. Era espectacular, no tengo palabras para describirlo, tengo que encontrar alguna foto y subirla. 

¡Que pena que en aquella época no hubiéramos tenido los móviles de hoy en día!

-¿Qué tal los músicos Toni?
-Los músicos fuman de la buena, pero escucha. 

Y empiezan a tocar la primera canción, ONE LOVE de Bob Marley, como decía Cruyff, “Gallina de piel” una playa salvaje, iluminada con las velas como si fuera una película, la luna llena en todo lo alto se ocupaba de iluminar el resto, los músicos iluminados de forma indirecta por focos de colores que salían de la misma arena, en medio de la playa una hoguera, y veo una persona ocupándose del fuego. 

-¿Quién se ocupa del fuego, Toni?
-Me he traído al Ros.

El Ros era una persona que trabajó en Pachá muchísimos años vigilando los coches, pues esa noche vigiló los coches y después nos hizo una Parrillada de verdadero lujo.

La gente empezaba a llegar a la playa, llegaban los que habían estado en Pacha y algunos también que habían estado en la Atlántida, la música sonaba, los que llegaban, como llevaban el puntillo del baile de toda la noche, había unos que se tumbaban en la arena, mientras otros bailaban y los más atrevidos se bañaban, había que se bañaron vestidos y otros desnudos, las chicas fueron las primeras que entraron en el mar solo en tanguita.

Amanecía, y en el espigón que esta a unos cien metros, me di cuenta de que se empezaba a amontonar gente mirándonos extrañados, eran fundamentalmente personas que iban a pescar, y nosotros como si no los viéramos seguíamos con nuestra fiesta, de pronto al espigón llega una pareja de La Guardia Civil. Ellos también miraban el bonito espectáculo que estábamos disfrutando, entonces pensé, esto ha llegado a su fin, pero la verdad es que sólo nos dijeron que antes de que empezaran a llegar los bañistas que fuéramos recogiendo, y lo hicimos sin rechistar.

Y así era como nos las ingeniábamos, nosotros con una discoteca con techo, contra otra que era al aire libre, pero nosotros teníamos que ser mas ocurrentes y la verdad es que lo éramos, esa fiesta la repetimos más de una vez, hasta que nos lo prohibieron y decidimos ir a hacerla a una cala mas allá de la cala del hombre muerto. Pero eso os lo contaré otro día

Continuará


(Basado en hechos reales)

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